martes, 27 de noviembre de 2012

La Globalizacion En Chile


La globalización ha sido entendida en Chile como un proceso de liberalización total del movimiento de capitales, bienes y servicios. Desde mediados de la década de los 70 se ha adoptado un modelo de desarrollo basado en la competencia donde se pretende que la actividad económica de los pueblos sea regulada por los mercados.
Este proceso continúa profundizándose con la firma de los últimos tratados de libre comercio firmados por Chile, en los cuales no sólo los bienes materiales son objeto de libre comercio, sino también los servicios, incluyendo los públicos, como compras públicas, licitaciones e inversiones.
Gracias a las exportaciones impulsadas por las relaciones comerciales con el extranjero, Chile exhibe los mejores índices macroeconómicos de una región fundamentalmente estancada como es el caso de América Latina y se destaca por un dinamismo económico que en muchos aspectos lo ubica entre los punteros globales del desarrollo. El ingreso per cápita de los chilenos se ha duplicado entre 1980-82 y 2000-02, incluso ha ganado terreno frente a los Estados Unidos. Este progreso se refleja también en los grandes avances sociales de Chile, que hoy muestra índices notables en materias tan importantes como mortalidad infantil y desnutrición. Lo mismo puede decirse respecto de la disminución de la pobreza: según cifras de Mideplan, a comienzos de la década de los 90 el índice de pobreza alcanzaba a un 45 por ciento de la población, y ha disminuido a menos de un veinte por ciento. No obstante estos logros, Chile presenta, según cifras del Banco Mundial, la peor distribución del ingreso en América Latina y está considerado entre los diez países con mayor desigualdad del mundo, aunque expertos atribuyen este problema no tanto a la globalización en sí, sino a la mentalidad chilena, se considera un problema histórico.
Pero el crecimiento no es igual al empleo: según la Alianza Chilena por un Comercio Justo y Responsable (ACJR), una organización que ha monitoreado los tratados de libre comercio suscritos por Chile así como el APEC, existe una baja o nula relación entre los tratados y su impacto en el empleo. En agosto de 2005, las exportaciones hacia la Unión Europea ascendieron un 63 por ciento, a Estados Unidos un 35 por ciento y a Canadá, un 96 por ciento, tres naciones y áreas comerciales con las cuales existen TLC. En tanto, el mismo mes tuvo una alta tasa de desempleo. Desde los inicios de las negociaciones del TLC entre Chile y Estados Unidos, la ACJR ha advertido sobre este impacto desfavorable.

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